Si te dedicas al mundo digital y más concretamente a algún área creativa, lo más probable es que necesites trabajar con imágenes, sean fotográficas, ilustraciones o iconos.


Existen muchos formatos diferentes para las imágenes, por ejemplo, JPEG, PNG, GIF, TIFF… Y dos de los formatos más utilizados son justamente JPEG y PNG.


El JPEG es seguramente el más famoso de todos. Fue creado en 1992 con la idea de crear un formato que pesara poco y el significado de las siglas es Joint Photographic Experts Group.


Su principal característica es justamente esa, formato de poco peso. Poco peso a cambio de perder calidad en la imagen, ya que cada vez que se manipula la imagen pierde calidad. Y por lo tanto está pensada para el mundo digital.

Es el formato ideal para imágenes fotográficas o fotorrealistas. Ya que, aunque pierda calidad seguirá viéndose bien en tu pantalla (hasta ciertos límites, claro). Si hablamos de fotografías para impresión tendríamos que recurrir a otro tipo de formatos, como el TIFF.

Y al contrario que pasa con el PNG, este formato no admite transparencias y lo que tendremos será un fondo de color blanco.


En cuanto al PNG, sus siglas significan Portable Network Graphics. Es el formato ideal para trabajar imágenes vectoriales o creadas digitalmente y con menor información de color.


Este se suele utilizar para páginas web y otras plataformas online, por ejemplo. Y al contrario que pasa con el JPEG, este formato esta pensado para usar transparencias, por lo que se puede ver como fondo lo que tengamos justo detrás.

Existen dos tipos de PNG, el PNG 8 y el PNG 24. El PNG 8 tiene una limitación de colores, pero pesa muy poco. En cambio, el PNG 24 no tiene limitación de colores, pero el peso aumenta mucho.